Ser o No Ser (Modelos Vs Mises)

La nena es bien “picúa” me dicen muchos padres que tienen deseos de que sus hijas se conviertan en modelos o en reinas de belleza. Lo cierto es que se requiere mucho más que ser “picúa” para sobresalir en esta saturada industria. La falsa creencia que tienen muchos aspirantes a ser artistas es que hay que inscribirse en un gimnasio o en un concurso de belleza para lograr la fama. Sin embargo se olvidan de un aspecto muy importante y es el talento innato. Ese talento es algo con lo que se nace y se desarrolla a través de la educación y la práctica. Al igual que un músculo, el talento de cualquier artista debe ser ejercitado ya sea con un trabajo o en tu casa frente al espejo. Si comparamos el rol de una modelo con el de una reina de belleza, las diferencias son muchas. Especialmente para las mujeres que quieren participar en un concurso de belleza. Aunque sean bonitas, deben incurrir en muchos gastos para sobresalir en ese tipo de evento. La inscripción, los vestidos, el peinado, el maquillaje y en muchos casos las cirugías estéticas pueden llegar a elevar el costo de este sueño a cantidades inimaginables. Hay muchas “mises” que recurren a las manos de expertos “misiologos” para entrenar su espiritualidad, inteligencia en escena y las típicas respuestas de la paz mundial y conocer a la Madre Teresa de Calcuta. Estos expertos también pueden llegar a cobrarles un sueldo por todas las horas que van a pasar con las chicas. Imagínense gastar todo ese dinero cuando la economía está por el piso y no hay quien auspicie este tipo de eventos. Una modelo por otro lado cuando nace con ese talento de promover un vestido o un producto, requiere de menos elementos para llevar una carrera exitosa en ese ámbito. Cuando una chica tiene los atributos de modelo, solo tiene que cuidarse porque los vestidos y el arreglo de pelo y maquillaje se los proveen las compañías que las contraten. A parte de esto les pagan un sueldo por sus servicios y cubren sus gastos de traslado en caso de que el trabajo sea lejos de su residencia. El tiempo de vida como modelo es corto y generalmente comienza a los 12 o 13 años para culminar a los 30 dependiendo de cómo se cuide el cuerpo, la piel y el cutis de su cara. Para los varones es más fácil porque solo deben tener buen cuerpo y el resto es el talento para proyectar un sentimiento viril. En un concurso de belleza se venden las candidatas, mientras que las modelos venden un producto al usarlo o ponérselo. Las reinas de belleza tienen que dar a conocer todos los aspectos de su vida, especialmente los de su vida privada que van a ser juzgados por todo el mundo durante el concurso. Una modelo puede darse el lujo de guardar silencio y vivir detrás de los vestidos y productos que modela sin que genere mucha curiosidad. En algún momento dado ambas profesiones se combinan porque se requiere confianza al caminar, buena condición física y la capacidad de ser fotogénico. Muchas reinas de belleza que han ganado títulos importantes para sus países, coinciden en que pasar de ser una modelo a una reina y viceversa es algo muy difícil porque la proyección que se requiere son diferentes en ambas industrias. El peor error que comete una aspirante a modelo es que se sobrecargan de maquillaje, extensiones y lentes de contacto. Sin embargo lo que el cliente quiere ver es belleza simple, saludable y natural para entonces saber cómo podría transformarla y que pueda promocionar su producto. El peor error que comenten las "mises" es que no establecen un balance entre la belleza externa y la belleza interna, por lo que terminan luciendo falsas, plásticas y hasta tontas. Recuerden que nadie nace con la corona y/o los contratos publicitarios. Hay mucha gente bella pero no necesariamente tienen la madera para ser modelos ni reinas de belleza. Hay otros que quieren serlo a tal punto que son miserables y no se disfrutan el crecimiento personal que este proceso les puede ofrecer. Si quieres compartir conmigo alguna información, puedes escribirme a omarmorales@me.com o visita mi blog www.elshowdeomal.blogspot.com