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Por años hemos visto como la imagen que tenemos de nosotros mismos se ve distorsionada al compararnos con los artistas que vemos en televisión. Siempre pensamos que el hombre debe tener el cuerpo de William Levy y la mujer debe tener las curvas de Jenniffer López, los senos de Sofía Vergara, y el cabello de Cher. Pues sepa usted que esas celebridades al igual que tantas otras, tienen que gastar mucho dinero que no tenemos nosotros y también tienen que sacrificar otros gustos que usted y yo nos podemos dar. En una era donde el "bullying" es un tema de discusión diario en los medios y redes sociales, me puse a evaluar lo que se considera "sexy" desde que tengo uso de razón. Como todos nosotros los famosos tampoco tienen cuerpos o atributos perfectos, sin embargo tienen algo que despierta interés entre su público. Recuerdo de niño que para mi Linda Carter (la mujer maravilla) era la mujer más hermosa de todos los tiempos. Sin embargo ahora pude notar que era tan "esqueléticamente" flaca, que su uniforme de súper heroína parecía una especie de "pamper" que le rellenaba todo lo que Dios no le dio. Luego se pusieron de moda las súper modelos y las reinas de belleza delgadas. Esto provocó una avalancha de problemas nutricionales donde jovencitas desarrollaron desórdenes alimentarios con tal de tener la cintura "ideal" como las que se ven en televisión. Queda claro que los artistas pueden trabajar más si combinan su talento con belleza o algún atractivo que los haga diferentes y especiales. Pero en los últimos años hemos visto como algunos van hasta los extremos para simpatizarle a otros sin lograr los resultados esperados. Muchas famosas se ponen senos más grandes, para luego darse cuenta que su cuerpo no se los aguantan y tienen que volver a sus pechos normales. Hay algunos artistas que se hartan por completo de todos estos sacrificios y terminan por retirarse del ojo público para poder disfrutarse un buen plato de arroz con pollo sin tener que calcular calorías ni carbohidratos. En recientes estudios del mercado de la televisión, se ha demostrado que la salud vende más cuando da un buen ejemplo. Ahora una presentadora de televisión con un cuerpo normal y saludable, puede conseguir el mismo trabajo que una flaca con grandes senos y extensiones de cabello. Todo esta en la simpatía que demuestren y en como se ganan al público durante su intervención. He tenido la oportunidad de ver de cerca a muchos actores que ponen a suspirar a sus televidentes y no dejo de salir de mi asombro ni de mi decepción. Debido a que la cámara engorda la imagen y las luces y el maquillaje hacen maravillas a la hora de cubrir el paso de los años, me he topado con gente imperfecta, excesivamente flaca o que necesitan de varias horas en el departamento de maquillaje para que se vean como las ven ustedes en sus casas. Muchos otros prefieren cuidarse tanto físicamente, así como espiritualmente para mantenerse agradable a la vista del público. Figuras esculturales y con fama de que le gusta la fiesta y la algarabía como Maripily y Julián Gil, son personas que se cuidan tanto que no toman alcohol ni se comen cualquier cosa durante sus presentaciones en público. De hecho su régimen es tan estricto que ya saben como entrenar por su cuenta en caso de tener algún viaje. Aunque con algunos arreglos y tratamientos estéticos, mantienen un aspecto saludable con tan sólo cuidarse y quererse. Los más bellos recomiendan vigilar lo que comes, cuando lo comes y cuanto te comes. Lo más recomendable es trabajar en ser feliz y para eso debes estar en lugar indicado con las personas indicadas que te hagan lucir espectacular. Cuídate mucho y si quieres compartir alguna información conmigo puedes escribirme a omarmorales@me.com o visita mi blog www.elshowdeomal.blogspot.com
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